El sur de Marruecos se caracteriza por la amabilidad y generosidad de la cultura bereber, que crea un entorno único para las actividades de bienestar. En
desierto
con sus paisajes misteriosos y extraordinarios, es un remanso de serenidad y tranquilidad, donde el tiempo parece haberse detenido. Practicar actividades como el yoga, la meditación, el reiki o el tai chi en el Sáhara se convierte en una experiencia verdaderamente especial, al aprovechar las fuerzas cósmicas y telúricas del desierto. La quietud y la paz de este lugar contribuyen a una profunda conexión con el ser interior.